¿Irracionales o racionalmente idiotas? Parte I


Por Ronalth Ochaeta Aguilar

El mundo avanza abriéndose en la era de la globalización y la tecnología, tendiendo puentes de comunicación a través del internet y medios electrónicos, depara anticipadamente, nuevos desafíos para encontrar una adaptación más equitativa y justa para el mundo. La necesidad de la participación ciudadana y reclamo de derechos, entre otras manifestaciones políticas se ha encontrado eco con facilidad, generado revoluciones y cambios estructurales que de a poco han ido ganando terreno para el bien de la democracia, velando por generar sociedades abiertas en la era de la globalización. El Internet se ha convertido en el gran mecanismo de quejas y reclamos desde una lógica de transparencia pero amenazada por su captura por intereses políticos y corporativos.

China controla el internet y restringe el acceso a plataformas electrónicas cómo Google. EEUU y la ley SOPA restringen el acceso, mercantilizan la propiedad intelectual de millones de usuarios de internet y permiten el espionaje de los ciudadanos, entre otras desavenencias que contravienen la libertad de libre emisión del pensamiento, velando por el control de la apropiación de ideas de otros. Rusia controla el internet a través de su agencia de inteligencia para perseguir a sus opositores y críticos del régimen. Cuba controla el internet y censura a sus opositores y críticos en la Isla. ¿Seguimos con la lista de Leviatanes que están dando patadas de ahogados para controlar la vida de millones de personas? ¿Nos encontramos con una nueva vórtice de conflicto para controlar movilidad política y social, a través de los medios sociales? ¿Sin querer hemos entrado a la guerra sucia por el control del acceso a la información y censura? ¿Estamos a la puerta de radicalizar la democracia?

Mencionamos estos casos que generan suspicacia y malestar político a grandes corporaciones y gobiernos ante ello en paralelo y como paradojas, encontramos wikileaks, el movimiento #yosoy132, el movimiento estudiantil chileno, la primavera árabe, los ocupas y el movimiento 15M sin mencionar el crecimiento exponencial de sitios web, blogs, redes sociales e innumerables fuentes de información que generan pensamiento contracultural, alternativo, creativo incluso generando nuevos debates en contraposición a pensamientos políticos e ideológicos de carácter hegemónico que dominan gobiernos y incluso medios de comunicación. Los nuevos think thanks están emergiendo en la base del debate que generan en espacios abiertos y medios electrónicos a través del internet.

El malestar que genera este mundo injusto a logrado trasladar las luchas sociales a ciberespacio, fácilmente podemos ver a través de medios alternos noticias y eventos que no son de interés a las grandes corporaciones internacionales de los medios de comunicación perdiendo legitimidad y credibilidad, a pesar de su gran capacidad de persuasión mediática que privilegia a políticos y vendiéndolos como galanes de telenovela como el caso de Enrique Peña Nieto en México o tratando de persuadir a los votantes por preferencias electorales que ofrecen candidatos de plástico y prefabricados para el control de sus intereses, entramos en una discusión de transparencia y financiamiento político; a pesar que México posee una ley electoral y partidos políticos ejemplar para el mundo y América latina, el poder del Televisa es tan absorbente que daña la democracia, #Yosoy132 lo demuestra claro, hay que dignificar la democracia, para ello hay que radicalizar la misma y desincentivar el monopolio comunicacional de las grandes corporaciones televisivas y comunicacionales.

La píldora y la receta la ha dado Giovanni Sartori, exponiendo la necesidad de ampliar y radicalizar la democracia, ya que un tubo electro fotovoltaico cómo la televisión genera idiotización de la ciudadanía delegando verdades a medios de comunicación como si fueran ministerios o tribunales de justicia para impartir castigo o premio. Se posicionan actores políticos en formato de galanes y venden una promesa de telenovela, esto lo critica Slavoj Zizek desde su posición Lacaniana. En Guatemala pulula desde dos aspectos en su relación consumidor y generador de opinión pública sentándose en la deriva del inútil comportamiento de la sociedad que busca automatizarse en una lógica de mercado. Si bien, es cierto los impulsos emocionales persuadidos por publicidad, mercadeo político y mass media tienen un límite ético; y es no capturar la mente y emociones de las luchas por la democracia por un mundo justo; capturar las mentes de los votantes y ciudadanos por promesas irreales o candidatos prefabricados por intereses privados, políticos y corporativos, es el gran temor actualizado de Hannah Arendt: El límite del control social radica cuando se invade la intimidad de las personas capturando su espíritu y esencia; es así como el totalitarismo controla nuestras vidas y cuando invade nuestra vida privada, captura nuestra libertad y estamos siendo manipulados por una falsa idea libertad y decisión.

La idiotización del ciudadano es ejemplar en el caso de democracia en desarrollo. La venta de promesas de campaña y la vida política tienen un límite claro pero el acoso de la democracia de los grandes intereses corporativos pone en jaque el desarrollo pleno de garantías básicas de los derechos humanos, sin dejar aún lado que los límites éticos de los medios de comunicación generan en el corto plazo, una nuevo modelo de captura del Estado se hace más evidente. Hace pocos años la captura del Estado estaba anclada en su génesis de debate a los enemigos de la democracia; por mencionar el crimen organizado y narcotráfico; hoy día el acosador principal es el que vende promesas de campaña y ningún gobierno no puede gobernar sino tiene apoyo de los medios de comunicación, es decir tratamos de disuadir y vender desde una posición neutral cuando se acuesta con el enemigo y pactan conjuras contra la democracia.

Otro modelo de idiota, es el mismo generador de opinión pública que tiene límites en su construcción de opinión sin perfilar objetividad cuando señalamos, adjetivamos realidades y cognitivamente instalamos un imaginario social conceptos de determinado hecho o fenómeno social, atacándolo sin pruebas y maniatando con argumentos irracionalmente burdos, demostrando la calidad de energúmenos que podemos ser con un grupo social o individual. Tal es el caso en Guatemala de Julio Ligorría y Pedro Trujillo, a través de su vitrina de exposición alimenta el odio a través de argumentos chatos y descalificativos hacia los estudiantes normalistas; sacando a relucir el cobre de que están hechos y estructurando falsas verdades hacia los consumidores de opinión. Denigrar al ser humano calificándolo de pandillero y despotricar cargas de prejuicio racista y discriminatorio a un grupo de personas que tienen los derechos de protestar, estando constitucionalmente amparados. Independientemente de ser opiniones que se destacan por su opulenta hidalguía conservadora, ningún conservador tiene el derecho de deformar con prejuicios y adjetivos calificativos a adolecente y niños que buscan encontrar eco en sus demandas. Analizando más detenidamente a detalle poder encontrar infinidad de ejemplos que demuestran que esa falsa ilusión en esta coyuntura mantienen hegemonía y control de la opinión, hoy por hoy; se va desmoronando esa idea de profetas que se lucen en sus vitrinas; al contrario, el internet y otras formas de análisis e interpretación, pueden demostrarse su falso argumento y deformar cognitivamente las mentes; pero la capacidad de autogeneración y rediseño del ser humano en sus mapas cognitivos mediante el acceso y seguimiento de otras fuentes de información pueden ser la clave para deslegitimar este tipo de idotización que somos inmersos.

Continuará.





















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